Para evitar los efectos nocivos del calor, es necesaria la utilización de ropa ligera, gorros, gafas de sol y cremas protectoras. También beber abundante agua o zumos, evitar salir a la calle en las horas centrales del día, y acudir al médico al menor síntoma de malestar tras una exposición al sol.
Desde el año 2.000, la estrategia “Prevenir es Vivir” de Cruz Roja pretende aglutinar y dar cohesión a todas aquellas campañas relacionadas con la prevención primaria (evitar que se produzcan) y secundaria (minimizar las consecuencias) de los accidentes”. Es de suma importancia generar entre la población una cultura preventiva en todos los ámbitos, de ahí que se hable de En la Carretera, En tu Hogar, En Verano, En el Agua, Bajo el Sol… Quiérete Mucho”.
En el caso concreto del sol y del calor, una reciente estudio, pone de manifiesto que que el 52% de los españoles no se protegen correctamente (Fuente: Encuesta Cruz Roja, 2010), el 76% de las mujeres se exponen entre las 12 y las 4 (horas consideradas las más peligrosas), el 56% no se reaplica el fotoprotector cada 2 horas, el 48% declara tener manchas como consecuencia de una protección insuficiente en el pasado y el 42% ha sufrido quemaduras antes de los 15 años (TNS); es más, el 46% de los españoles considera que es normal quemarse tras la primera exposición (IFOP).
Además, los ciudadanos pueden descargarse estas guías de forma gratuita en el portal de internet www.cruzroja.es/prevencion y escuchar los consejos.
