Se nos olvida que…

Publicidad
por Gerardo Hernández Zorroza

La competición nos divide y acaba restandonos fuerza y la inteligencia necesaria para encontrar la mejor solución a nuestros problemas.

Es por ello más inteligente siempre evitar la violencia en nuestras relacciones, y no solo la física que parece más evidente, sino también la establecida como normal, como la “pugna democrática”, por ejemplo, que cada día busca más imponerse sin tener en cuenta al otro; que acaba resultando a menudo inflexible y dictatoria,l e impide por tanto el acuerdo entre las partes.

Mirar al «otro» como contrincante o enemigo, en vez de como aliado, va además en contra de nuestra propia condición humana, que es imperfecta, falible y proclive al enfrentamiento si no nos tenemos en cuenta.