Viuda de Saturnino García Candado con quien se casó a los 24 años. Ha tenido seis hijos, le viven tres de ellos; trece nietos y catorce biznietos. Ha conocido la dureza de años difíciles. Recuerda cuando construyeron el Puente de los Suspiros sobre el rio Guadiana. Con motivo de la celebración gozosa de su cumpleaños ha recibido flores, tartas y bombones, junto con la visita del alcalde de Lobón, Roberto Romero, el cariño de su familia y los vecinos.
Virtudes ha conocido el reinado de Alfonso XIII, la dictadura de Primo Rivera, la II República, la Guerra del 36, la posguerra, la dictadura de Franco, el reinado de Juan Carlos I, la Transición, la Democracia y el reinado de Felipe VI. Muchos alcaldes, párrocos, médicos, comadronas, maestros… Ha lavado ropa sobre el panero en La Higuerilla, Guedella, La Bonilla y en el Guadiana.
Virtudes ha sido una apasionada del baile, le encantaba, disfrutaba; esperaba todos los años la Feria de Agosto. De los Carnavales, cuenta que le gustaba ponerse la máscara y tiznarse la cara. Otras de las celebraciones que le han gustado ha sido la Cruz de Mayo, día en el que los niños iban a festejarla a la huerta del Arenal. También las rondas en la nochebuena.
Ha vivido en las calles Castillo, Derecha y Nueva. Afirma con una sonrisa que no le gustan los pantalones, “me gustan las faldas, los pantalones son cosas de hombres”. En el año 2013, con ocasión del Día de la Mujer Trabajadora, recibió un homenaje del Ayuntamiento de Lobón.
Virtudes tiene mucho que contar y decir de los cien años que ha vivido, una cónica que Virtudes le ha narrado a Manuel García Cienfuegos, Cronista Oficial de Lobón, las vicisitudes y sus afanes, enhebrada a los recuerdos, las nostalgias, las ausencias, los quehaceres, las celebraciones y las alegrías de cien años de vida. Felicidades, Virtudes.
