En los colegios
La Junta Local de la aecc y el Programa de Ciudades Saludables de la Mancomunidad I.S. Vegas Bajas, llevarán a los colegios una iniciativa en la que los escolares podrán enviar a familiares, personas de su entorno y conocidos, una carta con un sencillo texto en la que se señala “Me gustaría pedirte por favor, que te cuides, y así poder cuidarme mucho tiempo, por eso quiero que dejes de fumar y así le diré a mis compañeros muchas cosas buenas de ti, como que… Hueles muy bien. Eres un buen ejemplo para mí. Que ya no te cansas tanto. Respiras mejor. Me sentiré muy orgullo de ti por haber conseguido algo tan importante como dejar de fumar. Usar el dinero para cosas mejores”.
La carta también inserta varias de las acciones que la aecc realiza sobre el consumo de tabaco: Guía para dejar de fumar, un programa de ayuda específica y personalizada (www.aecc.es/Comunicacion/publicaciones/Documents/Guia_dejar_fumar.pdf), Respirad (aplicación para el móvil disponible en androide market y app store) y Grupos para dejar de fumar (nueve sesiones, reducción gradual del consumo y técnicas de relajación). Durante el curso 2012-2013, la Junta Local de Montijo de la aecc ha realizado dos cursos de Deshabituación Tábaquica, llegando a cerca de treinta fumadores, con una tasa de abandonos del 57%.
Encuesta Nacional de la Salud
Según lo datos de la última Encuesta Nacional de la Salud, un total de 6,8% de los niños menores de 4 años (168.653) están expuesto al humo de tabaco en su hogar. Este porcentaje se eleva hasta el 13,8% entre los menores de 5 a 14 años. Uno de cada tres consumidores de tabaco adolescentes desarrolla una dependencia clínicamente relevante hasta la edad de 35 años. El 26,2% de la población de 16 y más años afirma fumar a diario, el 3,7% es fumador ocasional, el 20,4% se declara ex fumador y el 49,7% nunca ha fumado. En España hay más de un millón de jóvenes, entre 16 y 24 años, que fuma a diario. Concretamente 1.023.974.
El fumar cigarrillos causa por lo menos el 30% de todas las muertes por cáncer. Este hábito está asociado con un riesgo aumentado para los siguientes tipos de cáncer: pulmón, laringe, cavidad oral, faringe, esófago, estómago, páncreas, cuello uterino, riñón y vejiga.
