Diario de campaña
por Alfonso Pinilla
No debería trazar Ciudadanos un cordón sanitario contra el PSOE, sino más bien definir, con claridad, un espacio de entendimiento en torno a la consideración de que los españoles somos iguales ante la ley, libres y solidarios entre sí. Es el trío de conceptos que articula este espacio, al que sería bienvenido cualquier partido político que comulgara con tales principios. Libertad, igualdad y solidaridad, bien conjugadas, dan lugar a la unidad que necesita nuestro Estado del Bienestar para mantenerse a flote en medio de tanta tempestad e incertidumbre. Y esa unidad de España es más herramienta de convivencia y progreso que grito de guerra, pasional e irracional, contra el discrepante. Juntos hacemos más y seremos mejores, sobre todo cuando el fantasma del reaccionario nacionalismo vuelve a campar por Europa con sorprendente desparpajo. Rivera y Casado deberían aprovechar la naturaleza marxista de Sánchez –como Groucho, Pedro cambiará de principios al albur de su personalísima ambición– para atraerlo hacia el constitucionalismo a cambio de entornarle la puerta de la Moncloa.