«Cómo me convertí en árbol»: Pepa encarna a Dafne… y Dafne se encarna en Pepa

“Cómo me convertí en árbol”, la primera coproducción del Festival junto con la compañía extremeña Producciones Glauka. Un texto de Carlos Álvarez Ossorio – que también dirige -, Pepa Gracia – que lo protagoniza – y María Roig, con el mito de Apolo y Dafne de fondo. Videoescena y fotografía de Diego Cabezas
“Cómo me convertí en árbol”, la primera coproducción del Festival junto con la compañía extremeña Producciones Glauka. (Foto: Rut GG).
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por Blas M. Parejo


La interpretación de Pepa Gracia es poliédrica, delicada por momentos y conmovedora siempre, logrando transmitir al espectador una amplia gama de emociones

Pepa Gracia ha regresado a casa encarnando a la ninfa Dafne en el monólogo de Producciones Glauka Cómo me convertí en árbol –dirigida por Carlos Álvarez Ossorio con textos de María Roig, Carlos Álvarez Ossorio y la propia Pepa Gracia–.

La obra, inspirada en el mito helénico de Apolo y Dafne, plantea temas como el acoso, la violencia sexual y el consentimiento, la relación entre el ser humano y la naturaleza, la venganza…

Quién pudiera tener reservas sobre asistir a un monólogo de 75 minutos puede estar tranquilo, la representación no se le va a hacer larga y le mantendrá en un estado de reflexión constante.

Valiente Gracia

Hay que destacar la valentía de Gracia al abordar un tema tan complejo y personal. Su interpretación nos conmueve, trasciende las fronteras del teatro y nos invita a meditar sobre los temas que plantea.

Sin duda, esta representación ha sido un regalo para el público del Festival Nacional de Teatro Vegas Bajas de Puebla de la Calzada, en el que Gracia demuestra una vez más su calidad intepretativa y su compromiso con los personajes a los que da vida.

No deja indiferente al espectador

Cómo me convertí en árbol es tanto un viaje personal como una reflexión universal sobre la naturaleza humana que no dejará indiferente a nadie y que quedará grabada en la memoria de quienes la hayan visto.

No es solo una obra de teatro, es una invitación a mirar dentro de nosotros mismos y a cuestionar nuestras propias historias y traumas personales.

Una puesta en escena multimedia sobria y eficaz

El diseño de iluminación de Álvarez-Ossorio y la videoescena de Diego Cabezas complementan perfectamente la narrativa y ofrecen a Gracia, con la asesoría de movimiento de Cristina Rosa, un espacio donde desarrollar las distintas facetas de su personaje.

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