Diario de campaña
por Alfonso Pinilla
El Partido Socialista puede decantar la balanza hacia uno de los dos polos entre los que se debate, hoy, la Historia de España. Uno de esos polos es la autodeterminación, querida por el nacionalismo catalán como vía hacia la independencia, y también querida por Podemos, si bien los de Iglesias confían en que los catalanes decidan seguir en España tras el referéndum. Y el otro lado de la balanza supone conservar las autonomías, clarificando competencias e, incluso, re-centralizando sanidad y educación. Esta opción, estrictamente constitucional, es preferida por PP y Ciudadanos. Vox, por su parte, y sin negar la Constitución, lleva en su programa la derogación del Estado Autonómico por considerarlo inviable y pernicioso para la unidad del país. La autodeterminación no está contemplada en la Carta Magna y su aceptación supondría la mutación del actual sistema político en otro, donde España sería una “nación de naciones” en cuyo seno habría distintos sujetos soberanos, pues a cada nación, correspondería indefectiblemente su Estado. Del PSOE depende que España bascule hacia la “nación de naciones” que abre la puerta a la autodeterminación o conserve como único sujeto soberano, titular indivisible del poder efectivo, al pueblo español, compuesto por ciudadanos libres e iguales ante la ley. Autodeterminación o autonomía: he ahí el dilema de los socialistas.
