Dos poblaciones unidas no sólo por un nombre sino también por el amor a la música. Iniciamos la jornada con un acto de Bienvenida en el salón noble del ayuntamiento de la localidad lusa, para después pasar a una comida de fraternidad en la que disfrutaron los manjares propios del país vecino. Durante las primeras horas de la tarde visitaron la parte histórica y ribereña de esta pequeña ciudad. Sería al caer la tarde cuando inundaron con cantos la población portuguesa, juntos interpretaron el Canticorum y el Himno de la Alegría. Cada coro desarrolló un repertorio que comprendían desde obras del XVII hasta música popular como los Quintos o Zorongo.
El entusiasmo y la alegría fueron las notas predominantes del encuentro. Con este concierto finalizaron la agenda de primavera en su 30º aniversario.
