Montijanos y montijanas se unieron a la manifestación en memoria de lo acontecido el 14 de agosto de 1936, la matanza de Badajoz
La masacre de Badajoz ocurrió en los días posteriores a la batalla de Badajoz, durante la Guerra Civil Española. Fue el resultado de la represión ejercida por el ejército sublevado contra civiles y militares defensores de la Segunda República Española tras la toma de la ciudad de Badajoz por las fuerzas insurgentes contra la República.
Sucedió entre la noche del 14 y la mañana del 15 de agosto de 1936.
El contexto agrario y la violencia en Extremadura
La situación en Extremadura durante la guerra civil tenía particularidades, especialmente debido a la Ley de Reforma Agraria, que otorgó a los campesinos la posibilidad de ser dueños de las tierras que trabajaban. Esto generó enfrentamientos entre clases sociales. Cuando los campesinos de Badajoz se adelantaron a la entrada en vigor de la ley e invadieron las fincas afectadas, la ciudad se convirtió en un escenario de violencia.
Tras la conquista de la ciudad, las fuerzas sublevadas desataron un violento saqueo y asesinaron a miles de prisioneros y civiles. Muchos de ellos fueron detenidos y llevados a la antigua plaza de toros –hoy Palacio de Congresos de Badajoz–, donde aguardaron su ejecución.
Falta de justicia
El número de víctimas de esta matanza varía según los historiadores, pero las estimaciones más comunes apuntan a entre 1800 y 4000 personas asesinadas. Estos hechos han sido calificados como crímenes contra la humanidad por varias asociaciones de derechos humanos.
A pesar de su gravedad, nunca se realizó una investigación oficial sobre lo sucedido en la ciudad extremeña debido a la victoria del bando sublevado en la contienda. El coronel Juan Yagüe, al mando de las tropas que perpetraron la masacre, fue conocido popularmente como el «carnicero de Badajoz».