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por Pablo Iglesias Aunión


 

Nos acercamos a la festividad de San Isidro Labrador (1080-1172). Una de las señas de identidad que nos conducen a entender el pasado y la historia de Montijo es precisamente el nombre de este personaje que vivió en los años finales del siglo XI y principios del siglo XII, siendo muy importante que no perdamos las referencias a nuestro pasado y que sepamos hablar de nuestra historia y de nuestras tradiciones

Restos-de-la-casa-granero-de-los-Condes-de-Montijo-con-la-iglesia-de-San-Pedro-al-fondoPero antes de adentrarnos propiamente en lo que es la historia montijana de la mano de este templo que previamente a su desaparición fue casa-granero de los condes (siglo XVII tras las guerras con Portugal), tenemos o debemos de recordar los vestigios epigráficos que en ella se guardaron y que son claramente testimonios del propio origen histórico y del cristianismo en la Comarca. Nos referimos a las lápidas funerarias de Florencio y Florencia, dos “siervos de Dios” que murieron en el año 604 y que resultan de enorme interés y a los que podemos en otro momento dedicar su propio espacio.

El templo parroquial de san Isidro: siglos XIII-XV

Hay diversas fuentes que nos ayudan a concretar la existencia más que probable en la Edad Media de un edificio que realizaba en Montijo las funciones de templo parroquial. La primera de esas fuentes y sin duda la más importante son las Actas de Visita de la Orden Militar de Santiago para el periodo comprendido entre los siglos XV-XVII donde en las primeras de estas visitas (1490-1498), se nos habla de un templo perfecta y totalmente terminado, sin referencia alguna a fases de construcción como ocurre cuando algún edificio es visitado por los caballeros de la Orden. Sin embargo, las menciones a la iglesia de San Isidro en Montijo son extraordinarias en los años de 1494 a 1500, pues se nos habla de un templo con plena actividad. Esta primitiva iglesia, que quedaría posteriormente como ermita por el auge y empuje del templo de san Pedro Apóstol, es uno de los ejemplos más claros del dinamismo y evolución de edificios que bajo la influencia de la Orden de Santiago quedarán fuera del circuito de sus intereses en beneficio de otros nuevos (el ya mencionado de san Pedro Apóstol, la posterior ermita de Nuestra Señora de Barbaño, santa Ana, santos Mártires, como algunos de esos ejemplos).

Casa-granero-de-los-Condes-de-MontijoLas primeras fuentes para el conocimiento de la iglesia parroquial de San Isidro no son sin embargo las fuentes escritas sino una enraizada tradición oral de carácter popular y una vez más, como ocurriera con la villa romana de Torreáguila, tiene que ver con la devoción a María de Barbaño.

Se dice en esta narración, que una vez encontrada la imagen de María de Barbaño, ésta fue traslada por dos veces a la iglesia de san Isidro, historia que se remonta a los albores o momentos iniciales de la repoblación montijana en torno al siglo XIII-XIV. A ello unimos como hemos dicho que a finales del siglo XV se nos describe un edificio completamente terminado, en el que ya se realizaban por ejemplo enterramientos en su atrio e interior y con un curato y mayordomía perfectamente estructurado, pudiendo por ello afirmar, que se trata de un edificio de reminiscencia visigodas tardías, de las que también hay un interesante estudio de la pintura gótica en la Comarca Emeritense donde aparecen descripciones para esta iglesia.

Restos de la casa granero de los Condes en Montijo incorporados en un edificio actual
Restos de la casa granero de los Condes en Montijo incorporados en un edificio actual

Fue su primer cura fray Juan Ruíz quien llegó a compartir curato con la San Pedro Apóstol (1486); al igual que fray Bartolomé Pérez (1486-1515). Es un edificio que poseía el título de colación (territorio adscrito a una parroquia) y por el que la Orden de Santiago no se va a decantar al adquirir la administración de este territorio tal y como venía haciendo dentro de su política: prefería la edificación de templos propios y de fábrica nueva estratégicamente bien situados (en un cerro alto escoge la edificación de la actual parroquia).

En el año 1498 se decían en ella los oficios diurnos y poseía sagrario donde se guardaba el Santísimo: “…el cual se visitó y está en un sagrario pobre, de una arquilla, con su cerradura y llave. Estaba limpiamente, y aunque pobremente. Y estaban con sus corporales y un almaizal (es un paño litúrgico que el sacerdote se pone sobre los hombres), y otras cosas de lino”.

Durante los años 1500-1503 la parroquia irá perdiendo su funcionalidad y como expresan los visitadores santiaguistas en el año 1500 “e ansi mismo, se informó para que se hiciese otra iglesia, con la de esta, la cual es la más antigua, y tiene fecho lo que se sigue (en referencia a San Pedro Apóstol)”. Además, a partir del año 1508 hay un mandamiento expreso de que sólo se diga una Misa porque “fallose que están muchos cuerpos sepultados de las dichas pestilencias”.

Queda claro que nos encontramos con una Iglesia perfectamente institucionalizada desde el mismo momento que a inicios del siglo XIII comenzó el proceso de repoblación de la zona emeritense. Con un templo que actúa como parroquia y otro edificio que está levantando en estos momentos: san Isidro el primero, san Pedro Apóstol el segundo.

Que desde estos años iniciales del siglo XVI irá perdiendo por lo que podemos analizar de las actas santiaguista su título de curato y colación en favor de San Pedro Apóstol totalmente santiaguista y que en quedará relegada como ermita adscrita en su mayordomía (cuentas) a la nueva parroquia: “…de decir una misa casa semana en la ermita a caubsa de los difuntos que en ella hay…”

Interesa traer hasta aquí los ornamentos, decoración y altares que poseía la ya ermita de san Isidro: “fallose en dos de ellos, unas imágenes de bulto, muy antiguas y muy feas, las cuales se mandaron quitar de allí y consumirlas…(expresión que se utiliza para indicar que serían quemadas). En el año 1511 llegan las primeras obras de remodelación, reparación y mantenimiento, dinero que es costeado por la mayordomía de san Pedro Apóstol: “Esta ermita se reparó, e que todo ello necesario, es de la iglesia de la dicha villa. E el mayordomo de la dicha iglesia mayor, tenía cargo de la reparación. E ansí mismo se mandó dichos mandamientos, al dicho cura de la villa, que diga la misa de cada semana en la dicha ermita según que es obligación”.

La situación actual de la primera parroquia, posteriormente ermita y finalmente tras ser incendiada por los portugueses en la llamada Guerra de Secesión con Felipe IV (1660), casa granero está en una manzana que ocupaba parte de lo que hoy la calle Lácara y Plaza de Cervantes. De ella únicamente queda dos columnas y un dintel en el que puede leerse “año de 1633” y la fachada que aparece en la imagen con el escudo de los condes de Montijo, los Portocarrero y Luna.

Bibliografía recomendada

Moreno de Vargas, Bernabé: Historia de Mérida y pueblos de su Comarca. Año 1633. Octava edición. Patronato de la Biblioteca pública municipal y Casa de la Cultura. Mérida, 1982.

Garrido Santiago, Manuel: Aproximación a la pintura gótica en Extremadura. Revista NORBA-Arte. Universidad de Extremadura, 1996.

Iglesias Aunión, Pablo: Historia de la Comarca de Lácara. Del Medioevo a la Modernidad. Tomo I. Edita: Adecóm-Lácara y Diputación Provincial de Badajoz. Badajoz, 2000. 

  • Historia, fe y Religión en Nuestra Señora de Barbaño. Edita: Parroquia de San Pedro Apóstol. Montijo, 1999.

 

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