La Laguna de las Encantás de Montijo es un lugar místico, envuelto en un halo de leyenda.
La tradición cuenta que una noche de San Juan, tres hermanas llamadas María se acercaron a la laguna para contemplar las estrellas y desaparecieron sin dejar rastro.
Desde ese momento, se cree que duermen en el fondo del estanque, despertando solo durante las noches de San Juan para aquellos privilegiados que logran llegar con un vaso de agua sin derramar una sola gota. En ese instante, las tres jóvenes emergen y bailan, concediendo deseos a quienes las han invocado.
Cada 23 de junio, esta leyenda se revive durante la Noche de San Juan con una caminata de dos kilómetros y medio desde la Plaza de España hasta la Laguna de las Encantás.
No solo los habitantes de Montijo participan en esta peregrinación, sino que también residentes de localidades vecinas se unen para disfrutar de esta celebración festiva.
Lo singular de esta tradición radica en que los caminantes llenan un vaso de agua en la fuente de la Plaza de España al inicio del trayecto, y aquellos que logran llegar a la laguna sin derramar una sola gota tienen la oportunidad de pedir tres deseos, que las encantás les concederán.