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El poblanchino Manuel Barroso ha puesto en escena 20.000 Leguas de viaje submarino en los teatros de Montijo y Puebla de la Calzada y hemos aprovechado la ocasión para entrevistarle [junto a su pareja, sobre las tablas y fuera de ellas, Benjamín Miguel].

¿Cómo surge tu vocación por el teatro?

Llevo en el teatro 22 años –20 profesionalmente–. Empecé en un grupo de teatro de la Universidad y ahí, el último año de carrera –hice filología inglesa– descubrí que lo mío era el teatro. También pasé por Jarancio, en Puebla, con Teodoro Gracia y el resto de veteranos.

Después me fui a Madrid. Empecé a hacer cositas de publicidad, a trabajar en alguna compañía… allí estuve siete años buscándome la vida como buenamente pude.

Después me surgió la oportunidad de trabajar en Port Aventura, allí llegué, me enamoré y me quedé. Benjamín y yo creamos la compañía Lucky&Luke.

Cuando llegó la crisis empezamos a hacer espectáculos más pequeños, unipersonales, más económicos que pudieran tener más salidas… y en 2010 nos ofreció una distribuidora madrileña el proyecto de teatro educativo, todo un acierto que nos está dando trabajo y un nombre.

Barroso en el papel de John Silver en La Isla del Tesorode de Julio Verne
Barroso en el papel de John Silver en La Isla del Tesorode de Julio Verne

¿Estudiaste teatro o te has hecho actor sobre las tablas?

Fui a escuelas de teatro pero aprendes más en la tablas. Siempre está bien empezar en una escuela para sentar una bases, pero es en las tablas donde te curtes. De los compañeros también se aprenden muchas cosas. Yo no creo que haya un método sino que cada actor debe hacerse el suyo picando de aquí y de allá. Siempre hay que estar abierto y no dejas de aprender todo el rato. Es una profesión maravillosa, que no te aburre.

Actor, director, autor… en qué faceta te encuentras más cómodo?

No sé decirte. Básicamente soy actor, pero las circunstancias me han llevado a codirigir… nos repartimos el trabajo: Benjamín es el director de puesta en escena y yo hago la dirección actoral. Las obras de cabaret las hemos escrito conjuntamente y desde que estamos con las adaptaciones literarias llevo yo la parte de la adaptación, por mi formación como filólogo.

[Benjamín apostilla: “Debo decir que una de las valoraciones más habituales que recibimos es una felicitación por las adaptaciones de Manolo. Hace un trabajo de adaptación impecable”.]

Manuel Barroso como Nemo en 20.000 Leguas de Viaje Submarino de Julio Verne
Manuel Barroso como Nemo en 20.000 Leguas de Viaje Submarino de Julio Verne

¿En qué tipo de papel te sientes más a gusto?

Vengo de la rama de improvisación y del cabaret pero en estos últimos años que me han tocado interpretar villanos, la verdad es que los disfruto. Me lo paso bomba haciendo de malo… he descubierto algo ahí, buscando en mis zonas oscuras… Son personajes muy agradecidos de cara al público, atractivos, sensuales… en el reparto acaba tocándome el malo, pero ningún trauma (risas).

¿Es una profesión un poco esquizofrénica?

(risas) Claro, porque trabajamos con los sentimientos. Debes estar muy centrado para trabajar en ese filo, dejar al personaje en el teatro e irte a casa. Hay gente que se lo lleva, son formas de trabajar, mientras no te afecte después…

Pero es cierto que los actores somos muy cansinos, salimos y no hablamos más que de lo nuestro, nos juntamos con colegas… Está bien relacionarte con gente que no tenga nada que ver con la profesión porque es enriquecedor y puedes desconectar.

Es complicado convivir con un artista, porque arrastramos muchas cosas del trabajo, somos un poco lunáticos. En nuestro caso, que somos pareja, como estamos los dos en lo mismo no existe ese problema.

Manolo Barroso y Benjamín Miguel en 20.000 Leguas de Viaje Submarino de Julio Verne
Manolo Barroso y Benjamín Miguel en 20.000 Leguas de Viaje Submarino de Julio Verne

¿Son buenos tiempos para el teatro?

El teatro parece que siempre está en crisis, pero creo que es una profesión de corredor de fondo. Tienes que estar ahí, vengan malas o vengan buenas, trabajando. Nosotros nos hemos buscado la vida creando nuestra propia compañía, nuestro propio camino y en 13 años vamos resistiendo, no se nos ha dado mal. Pero sí es ciento que muchos colegas con los que nos hemos cruzado han abandonado, porque es una profesión con mucho paro.

[“Intuimos que la cosa este año ha mejorado un poquito” afirma Benjamín, “pero nunca sabes y más en las campañas dirigidas a colegios, donde si hay un recorte, dejan de ir al teatro”.]

La subida del IVA fue un palo muy grande, si ya de por sí la profesión estaba un poco tocada, eso fue la puntilla para muchas compañías y salas que han tenido que cerrar. No puedes fiar tu trabajo a las instituciones, no se puede vivir de subvenciones, pero sí que puede haber un cierto apoyo, facilitando el acceso a la cultura.

[“De todas formas el daño ya está hecho”, apostilla Benjamín, “no es solo una cuestión económica: en el momento en que subes el IVA cambias los hábitos de la gente, pero cuando lo bajas esa gente está viviendo ya sin esos hábitos, tienes que convencerla de nuevo. Mucha gente entiende que la cultura no es algo básico sino que es un lujo”.]

En otros países el teatro es una herramienta de trabajo que se usa desde pequeños, como algo natural y básico para desinhibirse, aprender a desenvolverse ante el público –que después en muchos trabajos se necesita–. En Francia hay muchas empresas que dan como extra a sus trabajadores entradas para el teatro, para que vayan con la familia. El trabajo que hay que hacer es de base. Nosotros con el proyecto de teatro educativo es lo que pretendemos, que los chavales desde pequeños se animen y se interesen por el teatro.

Manolo Barroso en Hotel Kabaret de Producciones Lucky & Luke
Manolo Barroso en Hotel Kabaret de Producciones Lucky & Luke

De todas las obras en las que has intervenido, ¿de cuál guardas un especial recuerdo?

De la primera que hicimos como compañía Hermanos de hambre, de la que hicimos 75 funciones por toda España y que nos dio muchas alegrías.

De los personajes, me quedo con el Long John Silver de La Isla del Tesoro, actoralmente fue un reto incluso físico, por tener que ir casi una hora con la pierna atada.

En cuanto a reconocimiento quizás haya sido Un fiambre en mi portal y ahora Hotel Kabaret, nuestro último montaje, con el que hemos entrado en un festival internacional de teatro gestual muy importante que se hace en Reus. Esperamos que nos de salida a circuitos europeos.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos teatrales?

Para el año que viene montaremos Los tres mosqueteros, que nos apetece mucho.

También hemos ofrecido a un teatro de Reus montar Canción de Navidad, un musical con piano y canto en directo.

Para 2017, tenemos un proyecto de cabaret gestual, Asylum Cabaret, ambientado en un centro psiquiátrico… será una locura (risas).

Para cuando tengamos dinero, tenemos en proyecto un gran musical con doce actores.

[“Está escrito y guardado en un cajón desde hace doce años”, dice Benjamín, “porque es un proyecto ambicioso y no queremos hacerlo de cualquier forma”.]

Hotel Kabaret, de Producciones Lucky & Luke
Hotel Kabaret, de Producciones Lucky & Luke

¿Te hace ilusión volver a tu tierra con nuevos proyectos teatrales?

Siempre me hace ilusión. Con un poquito de nervios porque actúas ante los tuyos y no les quieres fallar. Aparte de la familia, nos siguen una serie de fans que están deseando que vengamos, sobre todo en Puebla donde desde hace muchos años hay interés por el teatro.

[“El público de Puebla es exigente y entendido, sabe valorar lo que está viendo”, asegura Benjamín, “venir a Puebla es siempre un gustazo”.]

Estoy muy contento de haber podido venir por fin a Montijo. Habíamos estado hace años en el antiguo Morocco, con un espectáculo unipersonal, pero por fin hemos venido al Teatro Municipal.

Además tenemos muchos seguidores de Montijo que iban a Puebla cada vez que veníamos”.

Producciones Lucky & Luke presenta “Hotel Kabaret” en Puebla de la Calzada


Teatro educativo, teatro de base

Hace seis años les surgió la oportunidad de hacer teatro educativo, dirigido a colegios e institutos. Empezaron en la rama de orientación, con temas sociales: bulling, violencia de género, respeto en las aulas…

“Estas obras son muy interesantes” afirma Benjamín, “Manolo ha escrito y dirigido dos: Amores que matan y Bulling: la ley del silencio, que son preciosas. Pero cuando vas a un colegio y preguntas que prefieren –La Isla del Tesoro, una obra en inglés o una obra que va a prevenir la violencia de género–, el profesor debería decir ‘quiero una obra que prevenga la violencia de género’… ¡pues no!”.

“Quizás piensan que no forma parte de lo que deben enseñar porque no está reglado”, apunta Manolo, “pero forma parte de la educación básica como persona, que debería hacerse también en los colegios e institutos, sobre todo en esas edades en que se está moldeando el carácter”.

Han pensado en reponerlas, pero hay que encontrar el circuito donde hacerlo y es difícil para este tipo de obras. Los últimos años han pasado a adaptar a los clásicos de la literatura universal: La isla del Tesoro, La vuelta al mundo en 80 días o la que actualmente les está llevando de gira por toda España, 20.000 leguas de viaje submarino.


Lucky&Luke, una compañía de dos

La compañía de Manolo y Benjamín, Lucky&Luke, nació en Tarragona en 2002. Poco después se trasladó a Reus.

“Nuestro sello siempre ha sido el humor, el musical…” afirma Manolo.

“Hemos creado un taller en nuestro local para construir escenografías, hacer el vestuario… para que el producto pueda salir económico”, nos cuenta Benjamín. También cuentan con grandes colaboradores “por ejemplo en la composición musical tenemos un amigo músico que lleva 13 años colaborando con nosotros, tenemos la suerte de que la gente que ha colaborado con la compañía ha creído en el proyecto y se ha volcado”.

Trabajan en castellano, catalán e inglés, “la lengua no tiene que ser un problema”, afirma Benjamín.

Consideran que una de las cosas más enriquecedoras de la profesión es el contacto entre compañías “colaboramos con compañías de Vilanova, Sevilla, Salamanca, Madrid… con las que tenemos un feedback maravilloso”.

Para Manolo, el éxito de su compañía “es una suerte, pero nos la hemos currado nosotros, poder vivir de esto haciendo muchas cosas… haciéndonos un nombre en diferentes ámbitos”.