La silla roja, símbolo de alerta de los 61 millones de niños y niñas que este año tampoco volverán al colegio

Publicidad

Según el Instituto de Estadística de la UNESCO, la mayoría de los niños y niñas sin escolarizar en el mundo se encuentran en la región de África Subsahariana, siendo un total de 31 millones

Se necesita un compromiso mundial más enérgico y políticas nacionales que den prioridad a los más desfavorecidos.

Entreculturas ha presentado una campaña por la vuelta al cole llamada, “La silla roja de 61 millones de niños y niñas”. Cada año septiembre se convierte en el mes en el que millones de niños y niñas vuelven a llenar las aulas de los colegios Sin embargo, según los últimos datos publicados por el Instituto de Estadística de la UNESCO, todavía hoy en día 61 millones de niños y niñas en el mundo están sin escolarizar (32 millones son niñas) vulnerando así, su derecho a la educación reconocido en numerosos tratados internacionales.

Según los datos recogidos por el Instituto de Estadística de la UNESCO, de los 61 millones, 31 se encuentran en África Subsahariana. Los beneficios de la educación están ampliamente reconocidos: la educación amplía el acceso a otros derechos y favorece el progreso conjunto de la sociedad, promueve la libertad y la autonomía personal y, genera importantes beneficios para el desarrollo personal. Así mismo, la educación es un instrumento poderoso para reducir la pobreza y la desigualdad. Pero mientras muchas familias acuden con sus hijos e hijas al primer día de colegio, todavía hoy, hay niños y niñas privados de oportunidades educativas.

En este momento de vuelta al cole, Entreculturas quiere llamar la atención sobre la realidad de tantos niños y niñas de contextos vulnerables de todo el mundo que, al no poder acceder a la educación, carecerán de oportunidades y de herramientas para afrontar la vida. Para acercar este escenario a los centros educativos, Entreculturas ha creado la silla roja. Este elemento será el símbolo de alerta sobre esta realidad. Se anima a todos los colegios a colocar en cada una de sus aulas una silla roja. Es la silla de los 61 millones de niños y niñas, en el mundo no faltan niños y niñas, sino sillas.

Tan importante es que la sociedad conozca y se conciencie de esta realidad, como que la cooperación española se comprometa con los valores de la solidaridad y de la justicia sin fronteras y continúe apostando por la educación en países pobres. En estos tiempos de crisis, las personas más vulnerables, tanto en España como en otros países, deben estar en el centro de las políticas públicas.
Como señala el informe “La Ayuda en Educación a Examen 2012”, elaborado por Entreculturas, ALBOAN y Etea, la Ayuda Oficial al Desarrollo se reduce a la mitad entre el año 2008 y el año 2012, situándose en este año en una estimación del 0,23% de la Renta Nacional Bruta, a niveles más bajos que en 2004 y cada vez más lejos del compromiso del 0,7%. Esta drástica reducción tiene consecuencias claras en las vidas de las personas y los colectivos más vulnerables: se traduce en escuelas que no se construirán, docentes que no se formarán o niños, y sobre todo, niñas, que no podrán acceder a la escuela.

Además según datos del citado informe, aunque la Ayuda Oficial al Desarrollo se ha reorientado hacia la educación básica, su participación en la ayuda total fue del 3,4% de media, lejos por tanto de cumplir con la recomendación que recoge la Proposición no de Ley aprobada el 22/11/2006 en el Congreso de los Diputados, de incrementar los fondos destinados a educación básica hasta alcanzar el 8% de la AOD bilateral total. Entreculturas piensa que es necesario defender el derecho a la educación de los niños y niñas más pobres del mundo y, en consecuencia, volver a la senda de incrementar la Ayuda Oficial al Desarrollo en educación básica.

La UNESCO estima en 16.000 millones de dólares anuales, de aquí a 2015, las necesidades de financiación externa para alcanzar los principales objetivos de la Iniciativa de Educación Para Todos (EPT, Dakar 2000). Dado que actualmente, los países donantes aportan 5.600 millones de dólares anuales, sería necesario triplicar esta cantidad.

Tan importante es mantener los esfuerzos en la financiación de la educación desde los Estados como adoptar políticas encaminadas a la mejora de la calidad educativa, invirtiendo en la formación de docentes, la mejora de infraestructuras y materiales, la adecuación de curricula o en llevar la educación a niños y niñas de colectivos desfavorecidos, entre otras medidas.

La educación, es un derecho de todos los niños y niñas del mundo. Es una inversión de futuro que les abrirá las puertas a una amplia gama de posibilidades de desarrollo a lo largo de su vida. Desde Entreculturas, estamos trabajando para que cada día más niños y niñas puedan tener una silla donde sentarse y poder disfrutar de una educación de calidad. Cada nueva silla cuenta. Entra en www.sillaroja.org.