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por Mamen Calero


Cuando llegó el 5 de febrero, ya inmunizados, ni siquiera sabía cómo habíamos llegado hasta aquí y ni siquiera sabía si verdaderamente había acabado esta batalla

En los días posteriores el aire me faltaba, me ahogaba y así durante una semana… era síntoma del sufrimiento vivido durante meses, era síntoma de haberlo dado todo al 100% 24 horas al día durante todas las semanas en el último año. Era una necesidad de echar fuera el sufrimiento experimentado durante la pandemia. Solo una semana y poco más para recuperar fuerzas y seguir luchando por los nuestros y por el resto hasta conseguir que toda la población estemos vacunados con miles de anticuerpos en nuestros serológicos.

“El destino te eligió a ti…”, “No tires la toalla…”, “Desde que mi madre falleció os llevo en el corazón…”, “No estáis solas…”, “Cuando sea mayor quiero estar en esa residencia…”, “Estamos infinitamente agradecidos…”

Sentir la admiración de la gente, su aprobación y muestras de apoyo me han hecho más fuerte día a día.
Los familiares de los residentes han respetado normas, nos han dado tiempo en cada decisión y anomalía y han demostrado muestras de confianza. Mensajes de ánimo en cada momento y paciencia. Eso ha sido de mucha ayuda.

Gracias gente de Montijo que me hicisteis llorar rota de dolor cuando llegaba a casa sobre las ocho al escuchar vuestros aplausos que entonces parecían no agradarme pero con el tiempo entendí que era bueno para sacar fuera algo de lo malo vivido en las últimas horas y ahora habéis sustituido los aplausos por mensajes de complicidad, ánimo, admiración y agradecimiento cuando nos encontramos en el supermercado, farmacia, en la tienda de barrio, en la calle… Gracias.

Gracias a la periodista montijana Ana Gragera preocupada y viviendo en primera línea nuestro dolor en varios de sus programas.

Julia Sancho, gracias por escuchar los sentimientos de nuestros mayores y contarlos.

Gracias María Lobo Doncel por el publirreportaje en “El País semanal” que puso los pelos de punta a cientos de personas.

Maite Carrasco, gracias por mandar muestras de apoyo al equipo de trabajadoras.

Gracias al equipo de Canal Extremadura Irene, Encarni, José Domingo, Ismael Crespo, Josco… por llevar tanto positivismo a una realidad que parece irse de las manos…

Gracias Verónica por la entrevista profunda y emotiva de aquel lunes en EsRadio.

Gracias a Crónicas de un Pueblo y Ventana Digital porque en nuestro pueblo y más allá sois el eco de lo vivido.

Gracias Vanesa Cordero por acompañarnos y dar tus palabras de aliento en el periodo de recuperación.

GRACIAS a todos por compartir con la audiencia extremeña y hacer llegar tantas emociones y sentimientos

Personal del CENTRO DE SALUD gracias porque los que trabajamos en vuestro entorno solo sabemos de la impotencia que se siente al ver tanto sufrimiento humano alrededor, tantas familias destrozadas por alguna pérdida familiar, gente herida y sensible porque sus vidas están cambiando. He podido verlo de cerca cuando más incidencia había en la población y pude colaborar con vosotros en un 0,5% por ciento de lo que solucionáis vosotros cada día… lo haría una y más veces por HUMANIDAD. Tuvisteis que soportar críticas generalizadas de la población que no fueron tan malas porque gracias a esas disconformidades os han ayudado y dado la razón al recibir más apoyo físico y descubrir que verdaderamente era necesario para todos. Al final todos somos un equipo, los pacientes, personal sanitario y socio-sanitario ­externo, el celador, guarda de seguridad… ­VIVIR CON HUMANIDAD.

Gracias equipo de TRABAJADORES, los verdaderos protagonistas de este gran trabajo realizado durante meses, pues habéis concienciado a vuestras familias para protegernos, habéis cuidado de nuestros mayores de forma imparable, habéis aliviado el cansancio emocional mutuo… sin vosotras, sin vuestro buen hacer no hubiesen sido posibles esos CERO COVID durante toda la pandemia… SOIS LO MÁS GRANDE.

GRACIAS a mi familia por estar al lado de forma directa o indirecta. Tengo en mi memoria guardadas las enseñanzas de mi madre que ha ido acumulando circunstancias y resoluciones de conflictos que nos sirven de ejemplo día a día. Ella creó este proyecto y sigue vivo después de 23 años. Su experiencia y años de trabajo la han hecho una mujer modelo para mi y otras muchas mujeres trabajadoras.

Tener éxito no significa ganarlo todo, aún nos queda seguir, aprender de nuestros errores, disfrutar de lo que hacemos, y lo más importante tener EMPATÍA y POSITIVISMO COLECTIVO, estos dos valores que nos han acompañado durante los últimos meses.