por Gerardo Hernandez Zorroza
Espanta comprobar en qué se ha trasformado el dinero, apenas un número en una libreta o en un ordenador que está sirviendo a la explotación del hombre, y probablemente su exterminio si esto no cambia.
Su libre circulación permite desarrollar facetas que de otra manera hubieran sido probablemente imposibles, pero, como todo en la vida, depende… ¿Y de qué depende?, sin lugar a dudas del equilibrio que nos pueda aportar su uso, tanto a nivel personal como general o social. Y ahí es donde el dinero ha perdido definitivamente su sentido, cayendo presa del materialismo especulativo y, a la postre, autodestructivo.
Re-concienciarnos del valor del dinero para el desarrollo personal y social es un objetivo estratégico prioritario, otra cuestión distinta es cómo hacerlo, la táctica a emplear, si seguir el actual paradigma político-económico competitivo o… empezar a considerar propuestas alternativas que entiendan la inutilidad de frentes, y la necesidad de colaboración responsable.
