Toque a rebato por el Centro de Día de Montijo

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por Chema Álvarez

En el edificio del Ayuntamiento de Montijo, nada más entrar por la puerta principal y a mano izquierda, hay una gran campana de bronce con cruces labradas y una inscripción en su cuerpo que dice “soi del pueblo” (sic).
Según reza en una cartela explicativa sobre la misma, esta campana se alojó en una estructura del tejado del consistorio en 1847, “retirándose en una posterior reforma del edificio. Se hacía tañir (sic) para convocar al pueblo soberano en condiciones extraordinarias”.

Esta leyenda, “soy del pueblo”, viene a recordar a quienes prestan su servicio en el Ayuntamiento a quiénes se deben en su labor y a quién pertenece el producto de la misma, algo que ha olvidado u obviado el actual equipo de gobierno, PSOE, al privatizar el nuevo y tan esperado Centro de Día.

Es más, este Ayuntamiento publica una nota de prensa donde trata de salvar el tipo mediante el uso de un descarado eufemismo que invita a una interpretación ambigua y hace dudar sobre la privatización mencionada. Decir o dictar que “El Ayuntamiento de Montijo abrirá el Centro de Día a través de un contrato de gestión del servicio público” significa, clara y llanamente, que el Centro de Día, que es del pueblo, será gestionado por una empresa privada.

Al más puro estilo orwelliano, mediante el uso de la neolengua que inventara el autor de <i>1984</i>, el PSOE de Montijo que ocupa el consistorio gracias a promesas que ha traicionado, excusa la privatización de este bien tan necesario echando balones fuera cuando se le pregunta por el asunto, justificando su actuación mediante el artificio lingüístico del <i>doblepensar</i>, es decir, la habilidad de mantener dos pensamientos contradictorios en la misma expresión, uno opuesto a la doctrina del partido y otro acorde con la misma.

Así, culpa al gobierno central de la imposibilidad económica de acometer como ayuntamiento la gestión pública de este centro, debido a que no tiene los poco más de 78 000 euros anuales necesarios para dicha gestión, acusación que esconde o revela un fracaso en la gestión de los recursos municipales, siguiendo la senda marcada por su antecesor en el cargo, el PP, que, además, llegó a manejar el patrimonio del pueblo como si fuera el de su particular cortijo.

Hora es de que la campana de bronce que hay en el vestíbulo del Ayuntamiento vuelva a tañer convocando al pueblo para evitar que nos roben lo que es del pueblo.