Una sociedad para prevenir la violencia de género, una violencia de género que no tiene cabida en la sociedad

Violencia de Género
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porYasmina Gutiérrez Vega

“Una sociedad para prevenir la violencia de género, una violencia de género que no tiene cabida en la sociedad»

Hoy en día y desde que tengo una visión crítica feminista, me encuentro con muchos argumentos en contra de la violencia de género, tal es así, que muchas personas reniegan de su existencia o la invisibilizan, relegan dicha violencia argumentando que esta no tiene género, que luchar contra el machismo no tiene cabida en la sociedad actual porque la desigualdad entre hombres y mujeres es inexistente; argumentando que las mujeres ya podemos trabajar y estudiar igual que los hombres.

Algunas personas van más allá, y se atreven a desprestigiar dicha violencia mencionando las denuncias falsas o asegurando que quien sufre violencia es porque quiere.

Ante estos argumentos no puedo hacer otra cosa que invitar al lector a la reflexión y llamar a aquellas entidades a quienes corresponda, la necesidad de una intervención socioeducativa para la igualdad.

La violencia es una conducta aprendida, no es inherente al ser humano, por eso podemos evitarla a través de la prevención o la intervención desde la educación académica, o a través del nuevo aprendizaje de algunos colectivos más reaccionarios.

La violencia de género a pesar de lo que muchas personas perciben erróneamente, no tiene edad, ni entiende de clases sociales, razas o religiones.

Con este tipo de violencia, hemos crecido desde que somos niños y niñas, por eso y porque no tiene cabida en nuestra sociedad, necesitamos saber que levantarle la falda a una niña o tirarle del pelo no puede significar nunca que quieres llamar su atención, al igual que hacer bromas en referencia al físico femenino o colectivizar a la mujer estereotipandola como si no fuese una persona individual,no es humor.

Por último, es muy importante que los jóvenes aprendan a no descalificar a sus compañeras y tildarlas de “X” por vivir su sexualidad libremente, tienen que saber tratarlas en el ámbito privado sin sentir que hacen frágil su masculinidad.

Bajo ningún concepto está bien llevar a la intimidad lo que les enseña la pornografía, al igual que vigilar el móvil de tu pareja no es ninguna tontería.

Confundir celos con amor son los primeros síntomas de la violencia de género, y contra esto sólo existe una cura: la intervención.

Yasmina Gutiérrez Vega
Alumna de CFGS PIG IES AL-QAZERES