«Ilusión por demostrar mi esfuerzo y mi trabajo», testimonio de una personas con discapacidad intelectual del evento gastronómico de Plena Inclusión Montijo

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Maridarte, evento gastronómico

Música, vino, comida y talento… mucho talento… como el que demostraron las personas con discapacidad intelectual de Plena Inclusión Montijo que participaron en el evento gastronómico que tuvo lugar el pasado jueves, 5 de mayo en el restaurante Capitolium de Puebla de la Calzada.

Esta armoniosa mezcla hizo disfrutar a todos aquellos comensales de una experiencia que multiplicó la sensación de placer.

Cada plato y cada vino fueron presentados previamente y se acompañó de una pieza musical en concordancia con los sabores de ambos.

El ritmo, la energía y la alegría que destilaban las melodías que se tocaban en directo por el grupo formado por un violinista, pianista y batería, se extendió por todo el salón embriagando a todos los allí presentes. Pero por si todo esto fuese poco para hacerles sentir, Juan Antonio Casco Montero, más conocido como “Capi” quiso compartir esta experiencia y ofrecer esta grandiosa oportunidad de formación a los chicos y chicas que actualmente están participando en el proyecto Uno a Uno “Cocinando oportunidades” de la Fundación Once y cofinanciado por el Fondo Social Europeo que lleva a cabo Plena Inclusión Montijo.

Para Capi y su equipo, contar con estas personas era una suerte, un privilegio y manifiestan haber aprendido mucho de ellas.

Su idea, además de hacer disfrutar con la gastronomía a los comensales, era y es la de impulsar el empleo de los jóvenes con discapacidad intelectual, un reto que consideran que atañe a toda la sociedad y que reclaman: “Sabemos que la formación incrementa exponencialmente las oportunidades de empleo, por este motivo, estas prácticas, trabajando en sala y ayudando en la elaboración de los platos, han servido para mejorar sus conocimientos, demostrar su valía y su capacidad así como para concienciar a la sociedad de la necesidad de la plena inclusión de estas personas”.

Y si este acontecimiento ha sido impactante para el personal que ha trabajado con ellas y para quienes han disfrutado del evento, para las propias personas con discapacidad ha supuesto una experiencia única, una oportunidad inolvidable, como así queda reflejado en sus palabras:

«Me fui para casa llorando de la emoción»
«Cúmulo de sensaciones y experiencias inolvidables»
«Una noche en la que aprendí y para mí, será inolvidable»
«Ilusión por demostrar mi esfuerzo y mi trabajo»
Un paso más, que dejará huella en el camino hacia la inclusión.